Pepe Raventós elabora con mínima intervención una serie de vinos personales en el garaje de su casa con el fin de sacar el mejor partido a cada una de las parcelas de la finca para crear vinos sinceros fruto de un terroir irrepetible y de una viticultura exigente y respetuosa con la naturaleza.

El primer ejemplo de esto son dos vinos naturales y un espumoso de xarel·lo que ha sido elaborado siguiendo el método ancestral. Las parcelas en que la uva ha crecido se encuentran a distintas alturas y posición geográfica. Un hecho que se representa en la botella a través de una etiqueta formada por tres papeles de forma, textura y color distintos. Etiquetados uno encima del otro, se genera un volumen que alude a cada una de ellas.